Arte antiguo

Su delimitación cronológica va desde el comienzo de la historia (aproximadamente el IV milenio a de C en el cercano Oriente y Egipto) hasta la caida del Imperio romano de occidente (siglo V). La extensión geográfica del desarrollo de las primeras civilizaciones –definidas por la aparición de la escritura y el poder político y  religioso– impone dónde pueden localizarse (civilizacilnes mediterráneas, de la India, de Extremo Oriente, de América precolombina y del resto de Europa y de África) y cuándo puede hablarse en cada una de un periodo histórico o de un periodo prehistórico, que determinaría que su producción artística fuese objeto de la historia del arte prehistórico aunque realmente la metodología para su estudio es en gran parte común, hay una diferencia fundamental, y es la posibilidad de utilizar la escritura para los periodos históricos. Este recurso es insustituible, puesto que no sólo permite la identificación en su caso de los autores o patrocinadores de la obra artística y reconstruir el contexto en el que se produjo, sino que posibilita la interpretación del Arte en su relación con la producción intelectual en otros ámbitos del pensamiento sobre todo la religión y la filosofía.los pequeños objetos cotidianos que hoy se exhiben en los museos (desde pesos o husos de telares hasta joyas) serían apreciados por su función o por el valor intrínseco de su material tanto o más que por cuestiones formales; por el contrario, las grandes estatuas egipcias o las estelas sumerias tenían funciones religiosas –vida eterna– y de presencia política –ejercicio del poder y memoria histórica, identificadas con el dios o el rey  –que podía ser objeto incluso de una damnatio memoriae o condena de la memoria  , borrando su nombre y sustituyendo sus rasgos por los del rey rival.

 

Estela de Hammurabi

 

Ramsés II

 

Damnatio memoriae en que se ha borrado la cara de Publius Septimius Geta en un retrato de la familia imperial romana de los Severos

 

 
 

Pirámides de Guiza.

La casa, el templo  o el palacio son contenidos arquitectónicos expresados en formas muy diversas por las distintas civilizaciones, sometidas a los condicionantes físicos y la disponibilidad local de materiales; pero no obstante, las soluciones formales encontradas fueron muy a menudo sorprendentemente similares (pirámides egipcias, chinas, mesoamericanas), y los elementos arquitectónicos elegidos de entre un surtido no ilimitado (cubiertas, muros, vanos, columnas, pilares, dinteles, arcos, bóvedas). Siempre, y en todo caso, con rasgos de validez prácticamente universal: la obligación de que el edificio permita satisfacer necesidades materiales e imaginadas de personas e instituciones (agentes sociales y políticos que son sujetos históricos), además de ser vehículo de una creación. Sólo desde ese punto de vista puede entenderse que la movilización necesaria para levantar las Pirámides de Guiza era en sí misma justificativa de su existencia como proyecto ideológico de una sociedad entera.

la idea de belleza del arte antiguo

En otras ocasiones, la imagen que nos hacemos de lo sublime del arte antiguo tiene poco que ver con lo que veían sus contemporáneos: la blancura del mármol de templos y esculturas griegas que tanto admiramos estaba siempre cubierto de pintura en vivos colores, puesto que sin ella los hubieran considerado inexpresivos e inacabados. También hay que considerar que la mayor parte de esas esculturas griegas las conocemos por copias industrializadas hechas en época romana con criterios arqueológicos, culturales o turísticos entonces sí algo más cercanos a los nuestros.